La vida consiste en equivocarse, cada uno a su manera. -Manuel Vicent-

Es preciso tener un caos dentro de sí para dar a luz una estrella fugaz.-Nietzsche-

La vida es una mezcla de aquello que deseamos hacer con ella y aquello que somos capaces de hacer con lo que ella nos trae.-Sergi Bellver-

lunes, 5 de mayo de 2008

Balón alado


La niña paquistaní cose el cuero, en la fábrica de Sialkot, donde a los empleados les pagan menos de cincuenta centavos de dólar al día.

El niño occidental ve uno de esos balones con el símbolo de la diosa de la Victoria en unos grandes almacenes. Su padre se lo compra por 35 euros, con tarjeta de crédito, junto con unas botas de reglamento y una camiseta de su equipo.

La niña paquistaní sueña con poder ir a la escuela, entre puntada y puntada que le destrozan las manos.

El niño occidental odia estudiar.

A la niña paquistaní le están robando la infancia.

Al niño occidental se le va la infancia en cada patada y a veces le duelen las puntas de los dedos de sus pies.

Cuando la bota del niño golpea la costura en busca del gol que le permitirá ingresar en el equipo de alevines, en el segundo que separa la grandeza del fracaso, convergen dos sueños infantiles.


17 comentarios:

Sandra Garrido dijo...

Se te echaba de menos, supongo que has estado de puenting...

Dos extremos, injusticia, pero así es el mundo en que vivimos, tenemos suerte del lugar de nuestro nacimiento....

y tenemos suerte de, al menos, observar y contarlo...

UN abrazo y buena semana

aunqueyonoescriba dijo...

que realidades tan opuestas nos rodean...

Anónimo dijo...

Por acá anda una de las pruebas más patentes de que los humanos estamos hechos de olvido.

Dashina dijo...

Me gustaría tener la receta mágica para que todo se repartiera un poquito más, sólo con eso me conformaría.

Besos

eldiaridekafka dijo...

Siempre hay injusticias y lo peor de todo es que cuando acabas con una, otras surgen...

Mi Chica dijo...

Dos niños...dos sitios distintos de nacimiento...una infancia incomparable...triste...

Un beso ETDN

carmen moreno dijo...

La grandeza de lo que escribes no proviene de la Literatura, sino de ti. Tú no te das cuenta, nunca nos damos cuenta de esas cosas, pero es así. Eres una mujer que traspira cosas bonitas, así que es imposible que nada de lo que escribas sea malo. Espero que algún día sepas verlo.

Te echamos de menos y te queremos mucho.

Gemma dijo...

...y el absurdo de la vida.

Otro abrazo

Anónimo dijo...

Ante todo, gracias por el aviso. Estoy desaparecido. Buscándome. Sin tiempo para Militeraturas ni para mi propia blog. Pero sí para Ray.

Intentaré desvelarme por las noches y robarte la esencia que escondes de Loriga. Le necesito, ya tengo mono. Mil gracias por recopilarlo!

Estoicolgado dijo...

la noche merece mucho más de lo que le dan, y mucho mejor también...

no nos hacen falta razones para abandonar, las necesitamos para volver a luchar

muuaks!

Leandro dijo...

¡Que vida tan injusta!... Por Dios! Una manera muy elegante y sutil de marcar las grandes diferencias que genera este sistema.
Gracias
beso

AROAMD dijo...

Iba a ponerte sólo un trocito de este estupendo poema de Carlos Mestre, pero va entero...:

Los ojos del niño John y los ojos del niño Juan no ven las mismas cosas en el fondo del lago.

Bajo los párpados del niño John la sed es un caballito de mar que vale dos dólares.

Bajo los párpados del niño Juan aletean las mariposas negras del vendedor de sandías.

El niño John tiene un martillo de cristal, el niño Juan tiene una nuez transparente.

Las manos del niño John cuentan las semillas de las estrellas, los dedos del niño Juan juegan con la chapa de la luna nublada.

Los ojos del niño John y los ojos del niño Juan no miran a los mismos pájaros que tiemblan en la oscuridad.

El niño John trae a su madre el declive de la montaña.
El ruido del río, la perla de granizo le trae el niño Juan.

Cuando se hace de noche la sombra del niño John sueña que es la sombra del niño Juan cuando se ha hecho de día.

Patry dijo...

El mundo, con tantas y tan grandes diferencias que pueden llamarse también injusticias: es así y parece que cuanto más poder tienes los que lo dominan, menos ganas de cambiarlo.

Un abrazo, muy buen post :)

Guillermo buendia matamoros dijo...

realidades distintas, sueños distintos, que para algunos es imposible concretar, lastima. buen post, me encanto.

pd: pero todos compramos esas zapatillas echas en el otro mundo, sin pensar en esos niños, contradicciones de la vida. un abrazo

Malena dijo...

Creo que en esos mundos tan diferentes, sólo hay una cosa que les iguala: son niños.

¿O quizá a la paquistaní ni siquiera le permitieron ser niña?

Relato que lleva a una profunda reflexión.

Un beso muy grande.

María a rayas dijo...

aquí me has tocado la fibra...
soy de las que mira las etiquetas de la ropa para saber dónde han sido hechas. Es un gesto absurdo e inútil, porque la mayoría de las veces acabo dándome una excusa tonta que limpie mi conciencia y termino por comprarme los vaqueros hechos en la China, la bufanda de La India, o los calcetines de Turquía...y me siento fatal pero sólo hasta que me miro al espejo y me digo...es que me sientan tan bien...

así que has removido mi mala conciencia...

y remover conciencias siempre es necesario...

un abrazo...

Joseba M. dijo...

El niño Joseba converge con la niña Aroa (precioso nombre vasco: «Aroak Naroa...»)en este espacio donde aparte de conciencias, hay belleza destilada.
Un saludo paquidérmico.