Y de dónde esta necesidad de llegar borracha y necesitar vomitar palabras. No debería beber pero me he aficionado al vodka. Caipiroskas, vodka con sprite para endulzar la noche, el deseo, el ansia. Pero ante todo la contención. Borracha como para escribir lo que no debería pero no lo suficiente como para que mis actos me delaten. Hubiera besado, sí, esta noche. Pero no. La vida no es como en las canciones. Bunbury como banda sonora de lo que no será. Ni siquiera sé si me gusta X., aunque lo finja. Palabras que no derivan en actos. No querer, en el fondo. Demorar el suicidio emocional, saborear el fracaso antes de intentarlo. Ilusionarse, pero poco, con prevención como antídoto a la nada, al vacío. Sin que duela. No hay heridas abiertas, pero quedan cicatrices (leído en una entrevista de EPS). Hablar de Ray Loriga como una realidad, una posibilidad. Mentiras que alivian, ensoñaciones que salvan. Acordarse de XX, de repente, sabiendo que no debería. Empeñarme en XXX, aunque sea mentira, también, y no importe tanto como creo. Saber que ninguna de las X de las que hablo aquí (y algunas Y que no ignoro, de las que sé y me hago la tonta, o demoro lo inevitable) leerán esto. Esperar más de la vida, como siempre. Paréntesis hasta junio, no apto para impacientes. Caparazón fingido, palabras confusas. Insultos que son halagos, paradojas que es mejor no resolver. Demasiado alcohol en sangre. Vómito necesario. Grito. No saber. No querer constatar certezas, mejor dejarlo correr. No agotar la esperanza, no matar el deseo. No existe la falta de oportunidad, sólo la ausencia de ganas. Ligera felicidad, esta noche. Levedad y pesadez. Cobardía propia y ajena. Sí pero no. Farolear como quien juega a los dados. Bailar, reir, tener ganas pero saber que aún no es el momento, dudar de si llegará y casi disfrutar en la espera. Que me dé igual publicar esto. Querer hacerlo, desear hacerlo. Nada que perder. Desnudo emocional. Quien quiera verme en esencia, que lea primero esto. Pero sé que nadie lo hará. Estoy a salvo. Guardadme el secreto, amigos. No os mereceis esta vomitona emocional pero es lo que toca esta noche. Esta soy yo. Corazón latente y latiente. Se subasta al peor postor. ¿Quién quiere pujar por el caballo perdedor? ¿Quién se atreve?