La vida consiste en equivocarse, cada uno a su manera. -Manuel Vicent-

Es preciso tener un caos dentro de sí para dar a luz una estrella fugaz.-Nietzsche-

La vida es una mezcla de aquello que deseamos hacer con ella y aquello que somos capaces de hacer con lo que ella nos trae.-Sergi Bellver-

domingo, 1 de julio de 2012

TIEMPO DE MUDANZA

A veces la existencia 
no es más
 que la acumulación 
 de hogares por habitar.


  Del poemario inédito Piel de Mudanza













Cada siete años nuestras células se regeneran por completo. Nuestro cuerpo ya no es el mismo, aunque lo parezca. Somos otros. El cambio es imperceptible, pero cierto. Inexorable e inevitable. Implacable.

Siete años y un mes. Suena a condena, aunque nada más lejos de eso. Una casa puede ser una cárcel, un infierno, pero también un refugio, un paraíso. Un sitio al que huir y del que huir. Un sitio del que salir y al que regresar. Todo eso, a ratos.

Siete años dan para mucho. Puedo decir: he vivido. He reído, he llorado, he amado, he sufrido, he reído, me he aburrido, desesperado, enfadado, dormido, despertado, soñado. Como todos. He sido feliz e infeliz. Balance perfecto y necesario.

"Los lugares son sólo lo que ponemos en ellos", escribí una vez. Es cierto, pero algo de nosotros queda en los lugares que habitamos.

Tengo recuerdos pegados a estas paredes para siempre. Aunque esta casa desaparezca, aunque esas personas ya no estén en mi vida, ellos habitaron esos momentos, en este lugar que dentro de unas horas ya no volverá a ser mío salvo en el territorio mentiroso de la memoria.

Aquí se gestaron "Los patos de Central Park", "Piel de Mudanza", este blog, los relatos del Bremen. Aquí hice y perdí amigos, amantes, parejas.

No hay lugar para el dolor ni la nostalgia. Yo he decidido abandonar este espacio. No sé si he pensado bien los motivos, si la decisión ha sido precipitada. Cada impulso obedece a una razón, aunque no siempre se nos desvele. Y quizá esta atmósfera empezaba a hacerse tóxica. Quizá mis células necesitaban un aire nuevo, más oxígeno, otro lugar en el que crecer, en el que seguir cambiando.

Echaré de menos los atardeceres, los desayunos viendo amanecer, el árbol transformándose con las estaciones. A cambio de las vistas tendré una terraza, menos armarios, diez minutos más hasta el metro o el autobús. Menos calor en verano, una piscina. Más amigos en casa. Un sofá cómodo. Una cama que no hará ruido.








Me apetece e ilusiona el traslado. A pesar del cansancio, de las dudas, de la incertidumbre. Cambiar los muebles y la mente. Desplazarme para volver a ubicarme en un sitio nuevo, como si empezara desde cero. El camino recorrido es ventaja, siempre. Sigo en el mismo barrio, cerca de los míos y de ese Retiro que tanto amo. Viviré en la misma calle de mi primer colegio. Volver a la raíz, para echar a volar desde un ático.

Un nuevo escenario para escribir, para amar, para reír, para llorar, para ser feliz e infeliz. El vértigo de las pequeñas ilusiones. No estancarse, ni tener miedo a los cambios. Vivir, aprender.

Qué lejos queda 2005. Qué extraño está resultando 2012.

Qué distinto va a ser este verano de planes cambiantes, de amigos y playas del sur, de lujurias y azoteas.

Estoy de mudanza y después de vacaciones.

En Septiembre, ya veremos.




Los amaneceres














 Los atardeceres












El cielo y la luna 







Las nubes



 




La nieve





El arco iris 






El árbol