Uno no escapa de su destino, ni de sus huellas. El ansia de conocimiento es en ocasiones un camino de autodestrucción y en otras una vía de salvación. Nunca se sabe y cualquier interpretación es tan errónea como acertada.
Las chicas curiosas nunca hacen caso de las advertencias, siempre buscan donde no deberían.
Si fumara hierba, este sería el momento idóneo de liarme un porro. Pero no es el caso. Mi mente vuela igual, mi cerebro genera sustancia suficiente para borrarme la visión y hacer brotar las palabras. Esta noche me dopo con fresas con mucho azúcar y un cola cao caliente.
No sé muy bien a qué se debe este ejercicio suicida de arrogancia y exhibicionismo, por qué esta necesidad de exponerme. Quizá debería aprender a tener secretos. Pero no me sale. Por el contrario, me invade una necesidad terrible y urgente de gritar todas estas emociones estallando en cuerpo y mente, en piel y en vena.
Casi nunca se tienen suficientes datos. Simplemente se especula y uno se convence de sus propios argumentos.
Las chicas curiosas nunca hacen caso de las advertencias, siempre buscan donde no deberían.
Si fumara hierba, este sería el momento idóneo de liarme un porro. Pero no es el caso. Mi mente vuela igual, mi cerebro genera sustancia suficiente para borrarme la visión y hacer brotar las palabras. Esta noche me dopo con fresas con mucho azúcar y un cola cao caliente.
No sé muy bien a qué se debe este ejercicio suicida de arrogancia y exhibicionismo, por qué esta necesidad de exponerme. Quizá debería aprender a tener secretos. Pero no me sale. Por el contrario, me invade una necesidad terrible y urgente de gritar todas estas emociones estallando en cuerpo y mente, en piel y en vena.
Casi nunca se tienen suficientes datos. Simplemente se especula y uno se convence de sus propios argumentos.