La vida consiste en equivocarse, cada uno a su manera. -Manuel Vicent-

Es preciso tener un caos dentro de sí para dar a luz una estrella fugaz.-Nietzsche-

La vida es una mezcla de aquello que deseamos hacer con ella y aquello que somos capaces de hacer con lo que ella nos trae.-Sergi Bellver-

domingo, 22 de agosto de 2010

La melodía de Praga

Las ciudades, como los sueños, están construidas de deseos y temores,
aunque el hilo de su discurrir sea secreto
-Italo Calvino-





Praga ha sido un sueño, en este verano de oro. Un viaje anhelado durante años hecho realidad en el momento preciso, de manera inesperada y perfecta. Por sorpresa, como suelen llegar las cosas que nos marcan en la vida, que cambian nuestro rumbo, que nos hacen otros.



Viajes que trajeron a otros vistiendo nuestros cuerpos, cantaba Ismael Serrano. Hay viajes que matizan nuestra mirada y nos devuelven transformados. La luz de otras ciudades nos hace distintos, aunque el cambio no siempre es perceptible.

Praga cambiante y mágica, Praga en obras y llena de extranjeros, Praga con lluvia y después sol, justo a tiempo, siempre a tiempo, Praga atardeciendo sobre el Moldava en un banco junto al río, Praga con luna llena y estrellas a través de la ventana de una habitación-buhardilla, Praga con calor y con ampollas en los pies, con trampas para turistas, con helados de limón, con pivo Pilsner, sin hielo en las bebidas.

Praga de sinagogas e iglesias, de torres de cuento, de puentes comunicantes, de museos inexistentes y mitos invisibles – el Golem es una invención -, de tranvías modernos y fachadas sorprendentes, de cafés oscuros con sabor a Kafka y Dvorak, de nombres de calles imposibles de pronunciar, de idioma incomprensible, de moneda extraña, con billetes rosas con un corazón desbordado por una lágrima.




Praga de librerías curiosas, de Malý Princ haciéndose de rogar y apareciendo de la nada en el más primoroso de los envoltorios, de perritos calientes gigantes con coca cola por menos de un euro, de strogonoff , de absenta, de muros grafiteros y adolescentes bailando en los parques, de escaparates de colores, de stendhalazos, de guionistas a favor. Praga con patos en el río, en la mochila y en una taza de café, con césped que nadie pisa, con festivales de verano y fuegos artificiales. Praga en barco y en funicular, Praga de laberintos de espejos y gárgolas fantasmales, de postales escritas y enviadas, de ojos colmados de imágenes imposibles, de confidencias, risas y alguna lágrima, de deseos formulados y cumplidos.




Praga es un después, en este verano que es un subrayado de finales y una voluntad de principios. Praga es un siempre, un ahí, un tiempo entre paréntesis, dos camisetas, centenares de fotos, un nombre, una plegaria.