A lo largo de toda una tarde la máquina de café devolvió dinero en vez de escupir vasitos de plástico. Tal vez soñaba con otra vida y probó ser máquina tragaperras por un día, expulsando monedas sin ton ni son. A la mañana siguiente volvió a dar café, pero nunca más ofreció descafeinado. A lo mejor descubrió que el exceso de sueño no siempre es bueno y que a veces conviene estar despierto.
Otra vez le dio por duplicar los pedidos y la travesura fue una hora feliz que se prolongó una jornada entera. De tarde en tarde seguía soltando monedas de más, en un guiño nostálgico de lo que pudo ser y no fue. Pronto las disfunciones se multiplicaron y pasaba de la generosidad desbordante que hacía rebosar los vasitos a la tacañería egoísta de reservarse todo el chocolate de los capuccinos. Otras veces expulsaba agua sucia en vez de té. Un buen día se negó a dispensar azúcar. Es posible que con ello pretendiera expresar su amargura.
Vinieron a arreglarla, pero no sirvió de nada. Expendía lo que le venía en gana, sin hacer caso a las órdenes de los botones. Nadie lo entendía. Muchos dejaron de acercarse, hartos de tanto capricho, cansados de no comprender. En la planta llegaron a hacer una colecta para comprar una cafetera de verdad. Una noche se apagó sin más. Sin testigos, en la más absoluta soledad. De nada sirvieron las patadas, los golpes y los cambios de enchufe. Simplemente, dejó de funcionar, dejando debajo de sí una mancha oscura. Como si los sueños se hubiesen diluido en el café de todos los días.
Relato finalista del premio de relatos cortos organizado con motivo del Día del Libro por http://www.lanochedeloslibros.com/
17 comentarios:
Muy bueno!!!y...enhorabuena!!!!
Un beso ETDN
¡Qué casualidad! El que voté.
¡Mira! Magnífico, el relato.
Besos!!
Me ha encantado ETDN!!
Mil besos sureños!!!
me encanto, excelente relato y tan solo lo inspiro una makina de cafe, me ha gustado mucho
Excelente sublimación del inconformismo. Puede llegar a envidiarse la valentía de la máquina que, seguramente, estuviera hasta el moño de cumplir con monótonas obligaciones serviles al vil metal.
Me sumo a las enhorabuenas y deseos para que tengas sorbos de felicidad duradera (literaria y de la otra).
Saludo(s)
Coincido con los arriba firmantes, que es un texto excelente.
Por otra parte es algo triste, debo decir, pobre máquina, dónde estaba su psicoanalista cuando más lo necesitaba. Por lo que describes este sujeto entró en una fase de depresión mayor, que en Psiquiatría moderna tiene como tratamiento la TEC (o terapia electroconvulsiva, vamos el electroshock). Por eso las patadas (quizás un estímulo de baja intensidad) no sirvieron.
Es una maravilla, ETDN..de verdad, de verdad. Repito con taco admirador: Escribes de p. madre.
Un besazo y enhorabuena.
Al margen de menciones y premios, mis felicitaciones por el cuento.
Me ha encantado, tanto en el idea, bastante original, como en la ejecución (del relato y de la máquina).
Uno quisiera compartarse de vez en cuando como la máquina de café, y escupir monedas en lugar de servir un capuccino.
Enhorabuena.
Besos.
Enhorabuena, pequeñita.
Muy, pero que muy bueno. Me encanta (sobre todo) el final:
"De nada sirvieron las patadas, los golpes y los cambios de enchufe. Simplemente, dejó de funcionar, dejando debajo de sí una mancha oscura. Como si los sueños se hubiesen diluido en el café de todos los días".
¡Mi enhorabuena!
bieeeeeeeen!!!
Me parece un gran micro, ETDN. Vaya esto por delante, pero me permito hacerte alguna sugerencia, no me la tomes a mal.
En el primer párrafo, eliminaría las dos últimas frases. La repetición en este caso creo que no ayuda y si el primer párrafo fuera:
"A lo largo de toda una tarde la máquina de café devolvió dinero en vez de escupir vasitos de plástico. Tal vez soñaba con otra vida y probó ser máquina tragaperras por un día, expulsando monedas sin ton ni son."
Sería perfecto.
En el segundo párrafo eliminaría los adjetivos de "generosidad desbordante" y "tacañería egoísta"
Creo que los nombres son suficientes para decir lo que dices.
El último sí que me parece muy bien. Ya te digo que me parece un micro cojonudo.
Un beso,
X
Muy bueno el relato....Todo muere al fin de cuentas, no?
Abrazo
Etdn, muchísimas felicidades por ese premio. Es un relato en el que demuestras que hasta una máquina de café puede tener su corazoncito.
Como dice El Viento, escribes de p.m.
Un beso muy grande.
Enhorabue,a un realo estupendo, que menos que estar en la final!!
Un abrazo!
Muchas gracias a todos. A los que lo votásteis en el concurso y a los que habéis disfrutado con su lectura.
No me canso de repetirlo: vuestra lectura, vuestros comentarios, vuestras aportaciones son los que dan sentido a lo que escribo y me animan a seguir.
Gracias Xavie, te doy la razón en lo de los adjetivos, a menudo me pierden;
Gracias Diari de Kafka por el diagnóstico;
Gracias Santiago por volver, espero que sigas haciéndolo.
besos
ETDN
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