No es la primera vez que hablo sobre el poder terapéutico de algunas series de televisión. Ver reflejado en la pantalla los pensamientos y sentimientos propios y, en ocasiones, hasta vivencias parecidas a las nuestras es reconfortante. Uno se siente menos solo. Y en la pantalla todo es más bonito. Como dice Ray Loriga en Héroes :
“Si pudiera vivir dentro de una canción para siempre todas mis desgracias serían hermosas. Y eso les daría a las desgracias otro sentido. Igual que las desgracias de Billie Holliday consiguen ahuyentar las mías, mis desgracias pasarían a ser el quitanieves en la puerta de otro”.
Pues eso me ocurre a mí con ciertas series. A veces siento que hablan de mí y me explican mejor que yo misma. Determinados capítulos llegan en momentos vitales en los que se produce una coincidencia mágica. Y uno llega a creer en la existencia de los universos paralelos.
Ayer me pasó con el primer capítulo de la nueva temporada de Anatomía de Grey. En un momento vital en el que los conceptos de CAMBIO y ESPERANZA son a la fuerza las riendas que tiran de mi existencia, y más coincidiendo con el principio de año, excusa perfecta para creer en ambos, llegaron a mí escenas como ésta:
Izzie Stevens (preciosa y encantadora Katherine Heigl), residente de segundo año, en su primer día ante sus nuevos alumnos ávidos de ver pacientes de verdad, se encuentra con un niño de unos siete años que le pide que salve un ciervo herido. El padre del niño quiere dejarlo morir, intentando convencer a su hijo de que es mejor y que luego podrán comérselo, pero el niño implora que por favor lo curen. Ante el escepticismo de todos y el estupor de sus alumnos, sin ser veterinaria sino cirujana, Izzie se empeña en salvar al ciervo. El padre comenta que su hijo debe endurecerse y afrontar las realidades de la vida, y que la actitud de la doctora le parece infantil. A lo que Izzie responde:
"No es infantil tener esperanzas. De hecho es muy duro".
Por supuesto, consigue salvarlo (no lo olvidemos: es una serie de televisión) y, triunfante, Izzie se dirige a los estudiantes:
"Podéis cabrearos o ajustar vuestras expectativas. Soy de las que puede convencer a un niño de lo imposible".
Al final del capítulo, Meredith Grey nos recuerda voz en off:
"Los cambios no nos gustan. Y los tenemos. No podemos evitar que lleguen. O nos adaptamos al cambio o nos quedamos atrás.
Duele crecer y quien diga que no miente. Pero una cosa es cierta: a veces cuanto más cambian las cosas más permanecen como siempre. Y a veces los cambios son buenos. A veces los cambios representan TODO".
En fin, que en estas fechas – por fin rebasadas – de empalagosos y manidos deseos gratuitos, bienintencionados y obligatorios, que una serie de ficción -¿o no tanto? – hable de lo duro que resulta tener esperanzas, de ajustar expectativas y de la necesidad de adaptarse a los cambios resulta una bocanada de aire fresco, real y crudo. Como la vida misma.
Anatomía de Grey. Miércoles a las 22 h. en Cuatro.
“Si pudiera vivir dentro de una canción para siempre todas mis desgracias serían hermosas. Y eso les daría a las desgracias otro sentido. Igual que las desgracias de Billie Holliday consiguen ahuyentar las mías, mis desgracias pasarían a ser el quitanieves en la puerta de otro”.
Pues eso me ocurre a mí con ciertas series. A veces siento que hablan de mí y me explican mejor que yo misma. Determinados capítulos llegan en momentos vitales en los que se produce una coincidencia mágica. Y uno llega a creer en la existencia de los universos paralelos.
Ayer me pasó con el primer capítulo de la nueva temporada de Anatomía de Grey. En un momento vital en el que los conceptos de CAMBIO y ESPERANZA son a la fuerza las riendas que tiran de mi existencia, y más coincidiendo con el principio de año, excusa perfecta para creer en ambos, llegaron a mí escenas como ésta:
Izzie Stevens (preciosa y encantadora Katherine Heigl), residente de segundo año, en su primer día ante sus nuevos alumnos ávidos de ver pacientes de verdad, se encuentra con un niño de unos siete años que le pide que salve un ciervo herido. El padre del niño quiere dejarlo morir, intentando convencer a su hijo de que es mejor y que luego podrán comérselo, pero el niño implora que por favor lo curen. Ante el escepticismo de todos y el estupor de sus alumnos, sin ser veterinaria sino cirujana, Izzie se empeña en salvar al ciervo. El padre comenta que su hijo debe endurecerse y afrontar las realidades de la vida, y que la actitud de la doctora le parece infantil. A lo que Izzie responde:
"No es infantil tener esperanzas. De hecho es muy duro".
Por supuesto, consigue salvarlo (no lo olvidemos: es una serie de televisión) y, triunfante, Izzie se dirige a los estudiantes:
"Podéis cabrearos o ajustar vuestras expectativas. Soy de las que puede convencer a un niño de lo imposible".
Al final del capítulo, Meredith Grey nos recuerda voz en off:
"Los cambios no nos gustan. Y los tenemos. No podemos evitar que lleguen. O nos adaptamos al cambio o nos quedamos atrás.
Duele crecer y quien diga que no miente. Pero una cosa es cierta: a veces cuanto más cambian las cosas más permanecen como siempre. Y a veces los cambios son buenos. A veces los cambios representan TODO".
En fin, que en estas fechas – por fin rebasadas – de empalagosos y manidos deseos gratuitos, bienintencionados y obligatorios, que una serie de ficción -¿o no tanto? – hable de lo duro que resulta tener esperanzas, de ajustar expectativas y de la necesidad de adaptarse a los cambios resulta una bocanada de aire fresco, real y crudo. Como la vida misma.
Anatomía de Grey. Miércoles a las 22 h. en Cuatro.
13 comentarios:
uyyyyyyyy, con lo que me gusta a mi esta serie... la verdad es que en historias a mucha gente le parecen superficiales, nos cuelan cada frasecita profunda...
Me encanta la música de esta serie, lo tenía que decir.
Pues yo te confieso que lloro en todos los capítulos de esta maldita serie!!!! Es mi preferida pero la odio porque me hace llorar y pensar, pensar demasiado.
Me identifico con series, películas, canciones,libros... es lo único que me hace que pensar que en el fondo quizá no estemos tan sólo, que otros pasan lo mismo que nosotros :)
un beso!
me encanta tu blog, te lo he dicho alguna vez?
"..Duele crecer y quien diga que no miente." Será por ésto que he confesado en el blog de Sandra haber sido , y añado durante mucho tiempo, la Peter Pan femenina ....
Ahora , en estos momentos, sé que estamos sujetos a cambios que muchas veces nos hacen crecer y me repito a mí misma muy frecuentemente la frase de una canción de Aute: "que no, que no, que el pensamiento no puede tomar asiento....".
Un besazo, etdn (creo que ya te dije que comparto el gusto por la serie..)
Ja,ja! He entrado en tu blog con la esperanza de encontrarme un comentario sobre Anatomía, y ¡bingo!
Después de unas deprimentes navidades televisivas, el anuncio del regreso de Grey me devolvió la sonrisa y la esperanza en los ejecutivos lumbreras que programan las cadenas.
Me tiraría líneas hablando de la serie, pero propósito 2008, enrollarme menos, así que voy a contarte sólo una de las razones por las que sigo a Grey: me cae bien Izzie, me encanta.
Para mí es todo un logro, un hito, porque (siento si alguien se siente aludido) no aguanto a las "pelopollo". mi trato con "rubias" ha sido muy negativo y reconozco mis prejuicios, con mayúsculas y luminosos, al ver un personaje con ese físico en una película o en una serie.
Sin embargo Izzie ha conseguido ser la primera rubia a la que defiendo a capa y espada; es el personaje con más sensibilidad y ternura junto con O'Malley ..... ahhhh, qué bonito el final de ayer!!!!! Es todo coraje y valentía, sigue adelante a pesar del dolor y del sufrimiento, lucha por mantener la esperanza y se preocupa por todos. Pero sobre todo me gusta por cómo se enfrenta a sus sentimientos: sabe que está mal enamorarse de alguien que está casado, sabe que eso conlleva hacer daño a otras personas, sabe que puede perder a su mejor amigo, sabe que está en una encrucijada, pero a pesar de ello, les planta cara y decide luchar por quien ama.
Bien por Izzie!!
Gracias por tu reflexión, etdn. Un beso muy fuerte guapetona!
P.D. creo que mi propósito, se ha quedado solo en eso, en un propósito.
Propósitos y deseos, banalidades carentes de sentido. Al fin y alcabo de lo que se presta a estas fechas tomamos lo que nos tenga que convenir y dejamos lo que no nos interese, o perpetuamos lo que nos parezca. Pero si nos predisponemos al cambio, la ilusión y la esperanza, y se nos da que en estas fechas se facilita su puesta en marcha sin que se nos tilde de idealistas, o de revolucionarios, quizá, pues aprovechémoslo.
Como siempre, el conocimiento, inclusi la empatía, se puede encontrar en las personas y lugares más insospechados. Por lo tanto, nunca dejemos de escuchar lo que se está diciendo, pues quizá nos reserva un aprendizaje de vital importancia.
Besos preciosa!
Ya ha vuelto Anatomía de Grey Yujuuuuu!!!!!!
Me encanta la serie :)
Un besito.
Jo tia lo tuyo si q es una buena publicidad, dan ganas de cojer y ver la serie, a veces me pasa como a ti... con series, con peliculas... ese mensaje q a algunos les llega y a otros no.. o incluso esa peli q ya as visto antes y ahora es cuando te trasmite algo... eso me pasa muxo a mi, la q me despeja la mente es el club de la lucha.. no por las tortas, si no por el mensaje... a veces me llega solo con verla, otras no.. muxos besitos!!!
necesito tiempo... más tiempo!
Veo que la serie levanta pasiones que, cuando son compartidas, saben aún mejor.
Gracias a todos por vuestros comentarios, siempre enriquecedores.
Me alegro de que os haya gustado el post y por favor...seguid aportando.
besos
ETDN
Creo que estoy en un momento en el que aunque sea a través de la televisión, me digan cosas que me sirvan para mi crecimiento personal.
Me apuntaré a la serie:)
Un beso Etdn y gracias por tu mail.De corazón.
Uyyy, pues yo no la veo, la verdad es que ultimamente sigo pocas series, la mayoria no me gustan , sólo algunas de humor, para pasar un rato divertido..pero me habían hablado bien de esta que mencionas.
Menos mal que no todo es telebasura, porque hay que ser muy selcctivo con lo que se ve en televisión.
De todos modos me parece que muchas veces depende del espectador, pues no todos sacan las mismas conclusiones, lo que para ti ha sido motivo de aprendizaje , seguro que para muchos ha pasado desapercibido.
Yo suelo leer mucho sobre crecimiento personal, también encuentras mucho libro basura, pero acabo de comenzar uno que me recomendaron y parece que pinta bien, "Dios ha vuelto en una Harley" también Bucay me gusta muchos, sus cuentos se leen facilmente y dejan buen gusto.
De todas formas ya los cuentos que cada noche leo a Adrián, me enseñan cada día, tal vez cuando los leí en una infancia no me aportaron tanto como hoy.
Trataré de ver esta serie a ver si también me engancha...que ya tngo ganas de ver una buena serie.
Un abrazo
La serie está bien, la música también, pero todavía no la meto entre mis series de culto. Algo que se ha extendido tremendamente como un virus es lo políticamente correcto (qué tostón, otra vez lo digo, lo sé, perdona), y entre las series actuales esto es la norma. Sin embargo, A de Grey se sale algo de ese tufillo republicano (de USA se entiende). Y desde luego de entre los personajes, Izzie es la out-sider, sin duda alguna.
Arriesga, lo pierde todo, y sigue convencida de que lo que ha hecho es lo que debía hacer. Ese es el quid de la cuestión. Por otra parte, las mujeres acostumbran a ser las verdaderas rompecontodo, a los tíos nos faltan atributos para hacerlo.
A ver que nos deparan los nuevos capítulos.
Pasaba a saludarte...la serie no la veo...
Un beso ETDN
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