Existe un blog que se llama "Afinidades Narrativas", en el que autores de narrativa en castellano nombrados por otros son invitados a participar. Yo fui nombrada por María Zaragoza y así comienza el relato publicado:
LA ÚLTIMA NOCHE
De esta noche no pasa, piensa Lucía, pero sabe que le falta el valor. Mira por la ventana y el odio regresa junto al mismo paisaje aburrido de ropa tendida. Los tangas de colores de la estudiante de enfrente le recuerdan que hace no tanto ella también fue joven, que tuvo amantes y tal vez otros sueños. No estos de ahora, sueños en blanco, insomnio maldito de nunca descansar. Alerta de día y de noche, y la calma cuándo. Un perro ladra y a ella le vuelven las ganas de matar, de ahogar esos aullidos que nunca cesan. El patio abajo, la tentación y el vértigo del ya nunca más. Parece fácil pero no lo es. Luis está a punto de llegar del trabajo y hace tiempo que Lucía no le espera. Se agotaron las ganas de tener la casa limpia, los platos fregados, la ropa recogida. Y los vestidos nuevos, y la mirada de rimel, y la sonrisa disparada en rojo. Ahora las colillas abandonadas en los ceniceros pudren el aire y las marcas de las patadas en las paredes que no se borran. La ceniza ha prendido en las cortinas, siempre echadas para que nadie vea. De puertas para adentro cada casa es un universo de impunidades. Lucía desearía hacer un nudo con sus pensamientos y atarlos bien fuerte, hasta dolerle las manos, los nudillos blancos de tanto apretar, y arrojarlos al retrete hasta verlos desaparecer en un remolino de agua revuelta con olor a pino. En vez de eso bebe otro trago de vino áspero y enciende un cigarro. El último, se dice, y no le importa mentirse una vez más.
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5 comentarios:
Una maravilla tu relato, Marina, ¡felicidades!
Y un beso grande
Muchas gracias, Gemma, ya te he visto a ti también por las Afinidades Narrativas. Otro beso para ti.
También a mí me ha parecido magnífico. Y además me he enterado de cosas de ti, de escritos que desconocía y que de un modo u otro tendré que ir conociento.
Sé, además, que me has considerado afín. No te lo tomes a mal, pero no voy a aceptar: porque soy "joven" todavía, literariamente, para ello. Porque vivo a gusto oculto en el grupo. Porque no sabría qué decir y diría tan poco que quien me leyera pensaría que trato de hacerme el ingenioso.
Eso no quiere decir que no te dé un GRACIAS enorme.
Y un abrazo.
Marina, me ha gustado mucho este relato tuyo aunque me deja un cierto sabor amargo. Felicidades.
Llegar hasta el blog donde lo publicas completo me ha permitido además conocerte un poco mejor después de leer tu reseña bio-biliográfica.
Sigue adelante en esta trayectoria con ánimo y con suerte.
Besos.
¡Muchas gracias, Luisa! Me alegro de que te haya gustado, y agradezco tus palabras. Mis mejores relatos suelen ser bastante tristes. Un besazo y a disfrutar del carnaval.
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