Sábado
Sin buscarlo, me asalta la melancolía de las siete de la tarde, la extraña tristeza de la calle solitaria de sábado, el aire caliente que anima unas ramas perezosas. Se ve distinta la tarde con la ventana abierta, resulta más suicida el calor de fuera, más apetecible que el de dentro. Bochorno en la habitación, la cama deshecha sin huellas de sueño, restos de café en el aire: aromas antiguos que impregnan estos muebles desordenados.
Suena el teléfono. La vida reclama mi atención. El reloj otra vez enemigo. Y yo tragándome el tiempo.
Sin buscarlo, me asalta la melancolía de las siete de la tarde, la extraña tristeza de la calle solitaria de sábado, el aire caliente que anima unas ramas perezosas. Se ve distinta la tarde con la ventana abierta, resulta más suicida el calor de fuera, más apetecible que el de dentro. Bochorno en la habitación, la cama deshecha sin huellas de sueño, restos de café en el aire: aromas antiguos que impregnan estos muebles desordenados.
Suena el teléfono. La vida reclama mi atención. El reloj otra vez enemigo. Y yo tragándome el tiempo.
7 comentarios:
Al leerlo me ha recordado algun sábado de verano caluroso a las siete de la tarde. Un retrato perfecto.
Preciosa y curiosa foto.
la calle solitaria, y yo tragándome el tiempo... **
Y otra vez la calma (a pesar de la nostalgia)
un beso!
"El faro inútil de los borrachos", así titularía yo esa magnífica foto. Enhorabuena por ese texto-arde-la-calle-al-sol-del-poniente...
El texto te quedó melancólico y un poco enigmático, al menos a mí me lo parece.
¡Qué foto más original! Me gusta.
Hacía ya tiempo que no pasaba por tu área de descanso, he estado un poco desconectada... así que aprovecharé para leer alguna de tus entradas anteriores.
Besos.
Pues ten cuidado que dicen que es bastante indigesto. Psch, que yo lo digo por ti...
Y no hay respuestas...
Un beso ETDN
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