Para Kika, que sigue siendo mágica
Este no servir para el tango, este no querer dejarse llevar
ni saber esperar, este papel de dejarse conquistar cuando al invasor se le
aguarda pero no acaba de llegar, ese tártaro que nunca viene porque lo único
que existe es el desierto.
Esta naturaleza del hierro, tan compacto, tan pesado, que
sin embargo nada puede hacer contra la fuerza del imán. Esta falta de
estrategia, esta paciencia que no tengo, esta imprudencia de no guardar ases en
la manga ni conejos bajo el sombrero, donde sólo cabe mi estúpida cabeza,
incapaz para el cálculo y la medida justa.
Las implacables leyes de la atracción, tan inexactas.
La ecuación irresoluble del casi.
La ocasión pero no las circunstancias. Las circunstancias
pero no la voluntad.
La conveniencia de la distancia porque la cercanía es
certeza asesina.
4 comentarios:
Ay, paya.
Lamentablemente, el cálculo rinde mejores resultados que su ausencia. Se lo digo yo, que me encuentro en el centrito de la curva de Gauss.
Y bueno. Vale ya de dolores sordos. Siéntese Usted y escriba. Coño.
"La conveniencia de la distancia porque la cercanía es certeza asesina."
Qué genial y qué identificada con la falta de estrategia y la paciencia inexistente y la distancia y la imprudencia y la confianza extrema que te hace ser incapaz de pensar que el mal existe y que siempre se necesita un plan B, por si acaso el cálculo nos sale completamente del revés.
Esto también es escritura, don Micro.
Y hay veces que una necesita gritar los sentimientos.
Besos desde este blog casi en ruinas, al que tengo más abandonado de lo que me gustaría.
Bienvenida al Área de Descanso, Malos ratos y manías.
Gracias por el comentario. Me alegra que te haya gustado mi post.
Un saludo y hasta la próxima.
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