Recoge la ropa y arrójala lejos,
donde nadie pueda pisarla
despojarte de certezas
quizá te haga más sabio.
Esconde los zapatos
al fondo de algún armario ajeno
siente las hojas ensuciándote los calcetines
huye de los suelos que parecen limpios.
En cualquier momento
tu piel puede romperse.
¡Son tan frágiles las costuras del pensamiento!
Hasta las estructuras más sólidas
inventan grietas por las que respirar.
Deshaz el camino andado
y vuelve al principio
recuenta el precio de cada paso
cada marca en la palma de tu mano.
Quema los mapas que te trajeron aquí
olvida todos los rostros que amaste
deja tu cuerpo en blanco
y, lo más importante,
no malgastes tu última palabra.
2 comentarios:
Sigo desde hace tiempo, lo que escribes en tu última frase.
No se si soy mas sabia, pero me hace bien.
Presiento grandes cosas en tus escritos. Estabas muy a punto.
Me ha gustado todo, verso a verso.
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