IV
Nos abandonamos a las carreteras,
rodamos en las vías que nunca respetan los suicidas.
La velocidad es una ilusión:
no se alcanza el horizonte
ni se toca con las manos.
En el aire el zumbido
de las ruedas devorando las horas.
El futuro se proyecta
sin camino definido.
No hay guía ni mapas de subsistencia
las estrellas son materia inexistente
y ninguna brújula gira al mismo ritmo.
10 comentarios:
El poema ha aumentado. Iban a ser cuatro estrofas, pero han salido cinco, así que queda una entrega más.
(Aviso para navegantes que prefieran leerlo completo).
bss
¿Y por qué no un poemario entero? Me encantan los libros unitarios, y esto parece el principio de un viaje poético prometedor. ¡Enhorabuena!
síii
un gran viaje
Pero...a veces relaja,cuando se necesita estar a solas...lo has comprobado?
Un beso ETDN
y el futuro como viaje...
bonito, boonito, boooooonitooooo
besos mil
K
¡y qué bueno que ninguna brújula gire al mismo ritmo...!
Siento la tardanza...
Como siempre, me gusta cómo esribes, pero es que además me encantan las fotos (cuidado con la velocidad y la distracción no obstante).
Y sí, los navegantes queremos más.
Un beso
No se preocupe, Diari. No conducía ella. Conducía yo.
Ah! bueno, microalgo, ya me parecía...
Cordiales saludos!
Rodar por la carretera... eso es viajar, a lo grande, en compañía de música o de amigos o de ambos, rodar, siempre rodar hacia el horizonte. Me gusta, me gusta mucho.
Besos
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