Primero han volado los discos. Todos los vinilos. Tus vinilos, hasta los que hice míos. Uno a uno. En sus fundas de cartón. Que si decides volver no los encuentres. Que me encuentres a mí, sólo a mí. Sin nada de lo tuyo ya. Por fin podré colocar mis libros, los que nunca cupieron porque tus discos siempre fueron más importantes. He aprendido a no dejar rastro. Me he acostumbrado a escuchar sólo emepetreses. Y tú estás en todas las canciones pero ninguna es tuya. Han dejado de pertenecerte. Son sólo mías. Me he vuelto egoísta, ya ves.
Luego han caído las fotos. No me he atrevido a romperlas y las he arrojado al vacío dentro del sobre amarillo de kodak. Los marcos me los he quedado. Los he guardado en un cajón. No habrá más fotos en esta casa. Sólo espejos en los que me refleje yo. Sola. Con mi sombra, como mucho.
Después, el impulso. Me he tirado yo detrás, sin pensarlo demasiado, casi con entusiasmo. He caído sobre un colchón de espuma. No me atrevo a moverme. Con el impacto el contenido de las bolsas de basura del contenedor se ha desparramado. El olor empieza a ser insoportable y yo no quiero moverme. Me quedo quieta entre restos de comida, sobre este colchón ajeno sobre el que han dormido quién sabe qué cuerpos. No me duele nada pero no me muevo porque no estoy preparada para descubrir si sigo viva o si ya estoy muerta. Ahora soy basura, sólo eso. Cuando vengan las ratas me comerán a mi primero, antes que roer las fotos y los vinilos me morderán a mí.
Oigo un gemido animal y me digo que es sólo un gato, que los gatos rondan la basura en busca de comida. Pero el llanto sigue y me parece un llanto humano, la gente abandona a los bebés en las papeleras, en los contenedores. Intento incorporarme pero no puedo y ya no sé lo que soy, tal vez sólo conciencia, tal vez yo sólo sea estos pensamientos que no paran, que se suceden dentro de mi cabeza. Intento gritar pero la voz no me sale y pienso en que la posibilidad de que venga alguien a rescatarme quizá no sea tan remota. E inmediatamente pienso en la posibilidad contraria, en que nadie pase por aquí esta noche, ni mañana, en que yo desaparezca entre detritus sin que a nadie le importe, que me llegue a confundir con estos restos orgánicos, que llegue a ser solamente materia en descomposición. De cuando en cuando las noticias hablan de mendigos que se quedaron dormidos en un contenedor y que fueron triturados por el camión de la basura. Ese odioso camión que me despierta todas las noches, que ruge bajo mi ventana, aquí mismo, que no me deja dormir con ese insufrible pitido de marcha atrás. Todas las noches maldigo ese camión y seguro que esta noche más que nunca, aunque tal vez no venga ya, he perdido la noción del tiempo, no sé qué hora es, ni cuánto tiempo me queda.
16 comentarios:
te queda todo el tiempo del mundo, rubia.
las rubias somos eternas, es lo que tenemos.
miles de besos
K
Aún no entiendo a los suicidas. Espero no llegar a entenderlos nunca.
De todas maneras, en caso de extrema extremidad, ya saben que yo soy más partidario de lo barroco (casco prusiano y noche de tormenta).
Me voy al moro. Un beso.
Mmmmmm... Mejor solas que mal acompañadas, me suelo decir yo a mi misma, pa sentirme mejor...
Besos¡
Mejor lanzar sólo la basura con los recuerdos, que nosotras mismas siempre nos podemos recuperar. Además, para algo guardamos los marcos de las fotos...
Besos
dentro de ti estás tú ..sabrás salir y volver a volar..un beso tierno de amigo.
Muy logrado tu relato, ETDN. Me ha recordado a Quiroga, por cierto.
;-)
Esa conciencia que sabe que pende de un hilo de vida, que sólo es eso: conciencia sin cuerpo, sin movilidad ya, probablemente en descomposición ella también.
Un beso
Me han encantado los dos primeros párrafos y eso que los dos últimos nos muestran tu habilidad artística, pero...
...siempre he preferido la no ficción...
Muchos besos, Ignacio
Me ha gustado como lo has descrito todo...perfecto!
Un beso ETDN
Muy bueno el relato, ETDN. Me gustó ese descenso hasta la condición de inmumdicia humana, creo que reflejas muy bien esa sensación sucia del desamor.
Me gustó mucho cómo lo relataste, esas frases cortas y directas del principio son espléndidas, te introduce al instante en la historia, en esa sensación "sucia".
Besos.
Una vez que "te" levantes, verás que no eras "tú" quien formaba parte de la basura, sino que era lo que eras antes, que se quedó en el suelo, con los desperdicios, esperando que al día siguiente, cuando te levantaras de la cama, lo llevaras al contenedor (¿al de materia orgánica?.
PD: me recordó, por la crudeza, a cierto cuento macabro-humorístico de Poe: "El entierro prematuro".
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/poe/entierro.htm
Cuídate!
Y esos momentos llegan alguna vez en nuestra vida. Momentos en que queremos hacer desaparecer todo lo que nos recuerda a alguien que nos hizo daño. Momentos de desorientación, de incertidumbres, pero la claridad aparece, nos levantamos, sacudimos la suciedad que nos molesta, y seguimos adelante.Siempre adelante y antes o después con una sonrisa en los labios como diciendo: ¡Pude!
Mil besos, Etdn.
solo un abrazo fuerte fuerte... y que te encuentres pronto...
Andar en tierra de nadie es lo que tiene. Supongo que nunca hay que confundir la literatura con la vida real, pero, si yo, alguna vez, me sintiera como tú cuentas ;) también desearía que me comieran las ratas.
De cualquier manera, yo te presto todos los momentos de ternura que tú quieras.
Yo no te quiero descompuesta.
Recomponte, plis.
¡Qué trágico! ¿no? Trasmite una sensación de angustia "in crescendo". Vale que tire los discos y las fotos al vacío, a la basura... pero lanzarse ella misma y dejar que se acabe todo así...
¡Que venga alguien rápido y la saque de allí y le diga unas palabras tiernas, por favor! Algo que la haga reaccionar y tener ganas de seguir viviendo.
Besos.
Muy bueno, va subiendo el tono del sentimiento de amor-odio, parece que se crece a sí misma, es tan cierto el egoísmo que describes en los dos primeros párrafos, y zas!! se derrumba, no puede más, ahora es parte de los recuerdos, de la basura... Se levantará a tiempo, estoy segura, aunque con un olor nauseabundo, pero se levantará.
Besos
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