Hoy empieza el verano y resulta
desconcertante porque hay demasiadas señales contradictorias. En la radio del
coche suena Revólver, "los años me dicen que el verano no es buen
aliado para la razón", mientras veo a Supermán en todas las
marquesinas de las paradas de autobuses de Príncipe de Vergara y Menéndez
Pelayo, lo que despierta en mí un vago deseo de querer volar. La sensación de
verano va y viene con la temperatura cambiante de las últimas semanas y el
tiempo mariposea en un flirteo juguetón que no acaba de asentarse. Un sí
pero no constante, un casi que ronronea hasta hacerse zumbido
insoportable, un regateo de tiqui-taca interminable sin remate que logre
cambiar el resultado del marcador que arrastro desde hace ya demasiado.
Parece verano en la sonrisa que
muestran las fotos, en los libros que acumulo sobre Lisboa, en las reservas que
encierran la ilusión de las vacaciones, en el rumor que sube de la piscina
azul, en el rosal incansable y las adelfas que han florecido en mi terraza, en
el olor a albahaca y los primeros tomates de mis macetas. Pero persiste la
incertidumbre en los armarios por ordenar, la prevención que contradice ciertas
emociones, la evidencia de los silencios, la tozudez de los hechos. Las
promesas que se lanzan y no se cumplen hacen más daño que las que nunca se
hicieron.
Revolotean las polillas dándose golpes contra la luz dejándose llevar
por esa insensata ley de la atracción que nos dirige hacia lo que menos nos
conviene y yo no sé si seguirlas o ahuyentarlas. Su vuelo es a ratos baile
amoroso y a ratos danza que presagia muerte. Hasta que se posan o se esconden o
escapan por la ventana abierta. Yo las observo, tratando de llegar a alguna
conclusión sobre su errático comportamiento, intentando descifrar todas esas
señales que ni siquiera sé si lo son, abriendo y cerrando puertas al ritmo de
alas ajenas, parpadeando muy rápido para que toda esa luz que me ciega en
flashes entrecortados no me haga perder la razón.
5 comentarios:
Ya ha llegado el verano querida ETDN. Ya no es tiempo de dudas ni de cambio de temperaturas que pasan del calor extremo, a las lluvias y los fríos invernales. De nubarrones que presagian incertidumbres en los corazones.
En Madrid pronto mandará el momento y el potencial de la estación ofrece, para todos aquellos que quieran exponerse, la promesa de tórridos rayos de sol que calentaran nuestra piel hasta enrojecernos.
Déjese llevar por el rumor del agua de la piscina que pronto se tornará en las aguas azules y profundas del océano. Saboree el sabor salado en los labios y en la piel, tanto suyos como ajenos, y disfrute de esos libros que ha atesorado durante estos días. Súmele, además, si es que no lo ha hecho ya, algunos con versos que le sean leídos entre susurros mientras disfruta de la desnudez de los brazos que le brindan afectos.
Lo inteligente, y no dudo ni por un instante que usted no haya llegado ya a esta conclusión, no suele ser seguir los vuelos ajenos. Olvídese de las alas que no le conducen nada más que al desastre y a topar una y otra vez con una luz cegadora que no deja pensar y que quema más que calienta. No caiga en la desazón y en la duda y vuele en su propia dirección y únase, si se da el caso, en los bailes amorosos que más le convenga. Deje a un lado a las polillas, que idiotas, no saben distinguir la luz del sol que intenta seducirlas de la de una bombilla que, más tarde o más temprano, las hará perecer en la más triste de las soledades.
Muchas gracias, querido Anónimo. Valoro sus, sin duda, sensatas reflexiones.
Pero en asuntos estacionales, animales y emocionales no me caracterizo por elegir lo que más me conviene. Y tiendo a hipnotizarme con el vuelo de cualquier polilla, especialmente de las más idiotas.
No aprendo a mirar al suelo y fijarme en los animales de tierra. Que, por otra parte, tampoco sé si son muy fiables.
Estimada Dama escritora, permítame seguir con la idea del comentador anónimo y reconocer también que las polillas son idiotas, y que la fiabilidad es una pequeña cualidad. Y...
Es preciso tener un caos dentro de sí para dar a luz una estrella fugaz.-Nietzsche-
:)
Gracias, Jonhan, por comentar. Y por el consejo.
Espero que por mucho que me despisten las polillas al final poder dar con la luz adecuada, una que guíe sin deslumbrar demasiado, que matice sin distorsionar los colores.
Vuelve por aquí. Se agradecen los comentarios.
Creo que todos alguna vez tuvimos deseo de volar y por eso esta bueno imaginar y jugar con la mente a llegar a diversos lugares. Sin embargo no hay nada como obtener Pasajes al Caribe y poder viajar recorriendo en avión los países
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