Otoño de nostalgias felices.
Invierno adelantado que no duele.
El frío fuera y mis pies calientes dentro de los calcetines de rayas y la manta naranja.
Mis manos abrazando una taza de café y la tarde que cae al otro lado de los cristales.
Y yo a salvo, protegida de la helada. Hablándole a una pantalla que a su vez me habla, por escrito.
Y tareas pendientes y sobres abultados donde siguen viajando mis ilusiones en forma de palabras.
Y los libros aguardando en la mesilla y las teclas durmientes, a la espera de mis dedos.
Y los amaneceres de vuelta a casa desde el trabajo. Madrid despierta y se va haciendo luz lentamente, entre el azul y el gris, velado sol de noviembre, con la banda sonora de mi mp3 alumbrando imágenes que algún día no tan lejano serán flash backs de algún recuerdo futuro. Con canciones como ésta.
La ciudad y su horizonte me abre una vía de escape...
...mi destino no está escrito en las líneas de las manos ni en una estrella fugaz:
hoy en día mi camino se hace largo hacia ningún lugar...
10 comentarios:
Jooo.... dan ganas de volver del trabajo contigo!!! (pero un rato, hasta que recuerdo tu horario...)
Precioso
Lloro, como el primer día que escuché esta canción. Pero siento que mis lágrimas no son tanto de pena como de alivio, de por fin creer ser capaz de encontrar vías de escape y de ir dándome cuenta de que todo está por comenzar, no sé dónde, pero en algún camino por los que estoy empezando a andar de nuevo.
Muchas veces he amanecido paseando por Madrid, sin rumbo, sin prisa, cargándome de sensaciones placenteras, sin pensar, sin mirarme, simplemente siendo. Y sé que volverán los cielos de febrero.
Seguramente nuestras miradas se encuentren alguno de esos amaneceres.
Es muy hermoso como lo cuentas.
Un abrazo reconfortante
Gracias, niñas. Compartimos amaneceres, cuando queráis (mejor cuando pase el frío ;))
besos
en tren con destino errado se va más lento que andando a pie...
besos pequeña
el café y la manta...cuánta belleza...y que maravilloso es el frío que nos corta cuando eso es lo que espera en casa...
un beso gordo
Los pies calentitos ya valen la pena. Pase lo que pase, ya valen la pena.
Y el Kico... grande.
que bonita forma de vivir una tarde de frío!!
(Cada vez que visito tu blog me sorprendo de ciertas similitudes con el mio..)
Casualidades de la "globosfera"
Un saludito tocaya.
Elen
me gustaría algún día verte por un agujerito (acompañarte ya sería otra cosa, pero eso mejor saliendo de un bar) cuando vuelves a casa del trabajo.
es de verdad misterioso.
un abrazo!
se me han calentado las manos sosteniendo tu café...
Un beso ETDN
"Si comprendes el momento presente no tendrás nada más que hacer, ni nada más que perseguir." AFM
Lo intento, pero siempre se me escapa.
Creo que tú estás más cerca.
Besos, Ignacio
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