Sobre gustos literarios, todo es relativo...
(fuente: http://prodavinci.com/blogs/una-coleccion-de-insultos-literarios/)
Gustave Flaubert sobre George Sand: “Una gran vaca rellena de
tinta.”
Lawrence
Durrell sobre Henry James: “Si tuviera que elegir entre leer a Henry James y
que apretaran mi cabeza entre dos piedras, elegiría lo segundo.”
¡Absalón, Absalón! de William Faulkner de acuerdo a The New
Yorker: “La explosión final del que alguna vez fue un talento menor pero
notable”.
La
obra magna de Miguel de Cervantes de acuerdo con Martin Amis: “La lectura de El
Quijote se puede comparar con la visita por tiempo indefinido del más
inaguantable de tus parientes viejos, con sus bromas, sus sucios hábitos, sus
reminiscencias imparables y sus espantosos amigotes.”
Gustave
Flaubert de acuerdo a Le Figaro: “El señor Flaubert no es un escritor”.
Edgar
Allan Poe según Henry James: “El entusiasmo por Poe es la marca de un estadio
decididamente primitivo de reflexión.”
Samuel
Taylor Coleridge sobre el historiador Edward Gibbon: “Su estilo es detestable,
pero no es lo peor de él”.
Las
flores del mal de Charles Baudelaire de acuerdo a Émile Zola: “Dentro de cien
años, los libros de historia de la literatura francesa, sólo mencionarán esta
obra como una curiosidad”.
Émile
Zola según Oscar Wilde: “Monsieur Zola está decidido a mostrar que, si carece
de genio, al menos puede ser aburrido”.
Lev
Tolstoi a Anton Chéjov: “Ya sabes que no puedo soportar las obras de [William]
Shakespeare, pero las tuyas son peores incluso”.
Ana
Karenina de Lev Tolstoi de acuerdo a The Odessa Courier: “Basura sentimental.
Muéstrenme una sola página que contenga una idea”.
William
M. Payne sobre Henry James: “Resulta tristemente evidente que James se ha
agotado a sí mismo en cuanto se refiere a novela internacional y probablemente
en cuanto se refiere a cualquier clase de novela” (dicho antes de la
publicación de Los bostonianos y Otra vuelta de tuerca).
Oscar
Wilde sobre George Bernard Shaw: “No tiene ningún enemigo en este mundo, y
ninguno de sus amigos lo quiere”.
Edmund
Wilson sobre W.H. Auden: “En Auden se da el curioso caso de un poeta que
escribe un lenguaje poético original, en la más sólida tradición inglesa, pero
que parece haber quedado retenido en la mentalidad de un escolar adolescente”.
Anatole
France sobre Émile Zola: “Su trabajo es malo, y él es uno de esos seres
infelices de los que se puede decir que sería mejor si no hubieran nacido
nunca.”
J.D.
Salinger de acuerdo a Mary McCarthy: “No me gusta Salinger, en absoluto. Lo
último que ha escrito ni siquiera es una novela, sea lo que sea. No me gusta,
en absoluto. Sufre de esa especie de sentimentalismo metropolitano terrible y
es tan narcisista. Y para mí, también, parece tan falso, tan calculado:
combinar al hombre sencillo con el egoísmo megalómano. Simplemente no puedo
soportarlo.”
Lord
Byron sobre John Keats: “Aquí está la poesía de pis en la cama de Keats y tres
novelas de Dios sabe quién. No más Keats, os lo ruego: desolladlo vivo, y si
algunos de ustedes no lo hace, lo haré yo mismo: no es necesario aguantar el
idiotismo babeante de la Humanidad.”
Elizabeth
Bishop sobre J.D. Salinger: “Odié [El guardián entre el centeno]. Me tomó días
abrirme paso a través de él, cautelosamente, una página por vez y el
ruborizándome de vergüenza ajena con cada frase ridícula que me encontraba en
el camino. ¿Cómo pudieron dejarle hacer eso?”
Jane
Austen de acuerdo a Charlotte Brontë: “No altera al lector con nada vehemente
ni lo molesta con nada profundo: las pasiones le son perfectamente
desconocidas”.
Ralph
Waldo Emerson sobre Jane Austen: “No logro entender por qué la gente tiene las
novelas de Austen en tan alta estima, ya que a mí me parecen vulgares
tonterías, estériles en imaginación artística, prisioneras de las despreciables
convenciones de la sociedad inglesa, carentes de genio, talento y conocimiento
del mundo. Nunca la vida fue tan mezquina y estrecha. El único problema en la
mente de la escritora [...] es llegar al matrimonio. El suicidio es más
respetable”.
El
editor francés Marc Humblot en su carta de rechazo de En busca del tiempo
perdido: “Mi querido amigo, quizá debo estar muerto de cuello para arriba pero
por más que me devano los sesos no acierto a ver por qué alguien necesita
treinta páginas para describir cuántas vueltas da en la cama antes de dormir”.
Walt
Whitman según Henry David Thoreau: “No solo estaba ansioso por hablar sobre sí
mismo, sino que también era reacio a que la conversación se apartase de ese
tema por demasiado rato”.
Walt
Whitman de acuerdo a The London Crine: “Withman conoce tanto el arte como un
cerdo las matemáticas”.
C.S.
Lewis leyendo la obra de J.R.R. Tolkien: “¡Oh, no! ¡No otro elfo de mierda!”.