La vida consiste en equivocarse, cada uno a su manera. -Manuel Vicent-

Es preciso tener un caos dentro de sí para dar a luz una estrella fugaz.-Nietzsche-

La vida es una mezcla de aquello que deseamos hacer con ella y aquello que somos capaces de hacer con lo que ella nos trae.-Sergi Bellver-

lunes, 29 de marzo de 2010

Panfleto Calidoscopio, número especial



Otra colaboración en el Panfleto Calidoscopio, en el especial titulado "Números".

Un fragmento y un poema.

El fragmento se llama "Números en el salpicadero" y empieza así:

Ya se ha hecho de noche y los coches que vienen de frente parecen el enemigo. Sus luces contra las mías son balas que esquivar. Da la sensación de que en cualquier momento alguno va a invadir mi carril. El choque sería mortal. Pum, crash y adiós.

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miércoles, 24 de marzo de 2010

Contra pronóstico


Contra todo pronóstico la tormenta no me pone triste, sino eufórica. No es que haya motivos – que no los hay – pero me resulta extraño, de repente, no tener recuerdos ni ganas de convocarlos. No me reconozco, no parezco yo y me sorprende gustarme un poco. Me sorprende disfrutar del café de la tarde, de algunas entradas en los blogs amigos. Cada trueno con su relámpago- ¿o es al revés?, nunca lo supe – alimenta una alegría imprecisa, unas ganas latentes, una felicidad agazapada que saldrá más tarde o más temprano. El aburrimiento y el tedio del estudio cuando hace muchos años que dejé de ser estudiante – “porque de todo comienza a hacer ya mucho tiempo” – se llevan mejor con Facebook en la pantalla. Quién nos lo iba a decir. Cuando yo estudiaba, los trabajos se hacían a golpe de libros de biblioteca, de visitas a la hemeroteca de Conde Duque donde recogías las páginas en microfilm. No tuve ordenador propio hasta el año 1995, en cuarto de carrera. Hasta entonces los trabajos los hacía a máquina (la mía, en realidad la de mi padre, ni siquiera era eléctrica, una Pluma 22). Sólo han pasado 13 años. Y varias vidas.


Mi máquina, en su lugar privilegiado de la estantería


Pues eso, que hoy tengo el espíritu revoltoso, dispuesto a relativizar y a reirme de todo, a ritmo de esa cancioncilla de Kevin Johanssen:

Desde que te perdí, se están enamorando todas de mí (…)
Desde que te perdí las puertas se me abren de par en par (…)
y yo aprovecho cada oportunidad.
(…)
Desde que te perdí la vida me sonríe sin cesar,
tengo trabajo y mucha estabilidad
(…)
Desde que te perdí nunca tuve tal libertad
desde que te perdí no me importa nada de ná...


Y no os perdáis el video, una delicia…

viernes, 19 de marzo de 2010

Delirio en vodka



Y de dónde esta necesidad de llegar borracha y necesitar vomitar palabras. No debería beber pero me he aficionado al vodka. Caipiroskas, vodka con sprite para endulzar la noche, el deseo, el ansia. Pero ante todo la contención. Borracha como para escribir lo que no debería pero no lo suficiente como para que mis actos me delaten. Hubiera besado, sí, esta noche. Pero no. La vida no es como en las canciones. Bunbury como banda sonora de lo que no será. Ni siquiera sé si me gusta X., aunque lo finja. Palabras que no derivan en actos. No querer, en el fondo. Demorar el suicidio emocional, saborear el fracaso antes de intentarlo. Ilusionarse, pero poco, con prevención como antídoto a la nada, al vacío. Sin que duela. No hay heridas abiertas, pero quedan cicatrices (leído en una entrevista de EPS). Hablar de Ray Loriga como una realidad, una posibilidad. Mentiras que alivian, ensoñaciones que salvan. Acordarse de XX, de repente, sabiendo que no debería. Empeñarme en XXX, aunque sea mentira, también, y no importe tanto como creo. Saber que ninguna de las X de las que hablo aquí (y algunas Y que no ignoro, de las que sé y me hago la tonta, o demoro lo inevitable) leerán esto. Esperar más de la vida, como siempre. Paréntesis hasta junio, no apto para impacientes. Caparazón fingido, palabras confusas. Insultos que son halagos, paradojas que es mejor no resolver. Demasiado alcohol en sangre. Vómito necesario. Grito. No saber. No querer constatar certezas, mejor dejarlo correr. No agotar la esperanza, no matar el deseo. No existe la falta de oportunidad, sólo la ausencia de ganas. Ligera felicidad, esta noche. Levedad y pesadez. Cobardía propia y ajena. Sí pero no. Farolear como quien juega a los dados. Bailar, reir, tener ganas pero saber que aún no es el momento, dudar de si llegará y casi disfrutar en la espera. Que me dé igual publicar esto. Querer hacerlo, desear hacerlo. Nada que perder. Desnudo emocional. Quien quiera verme en esencia, que lea primero esto. Pero sé que nadie lo hará. Estoy a salvo. Guardadme el secreto, amigos. No os mereceis esta vomitona emocional pero es lo que toca esta noche. Esta soy yo. Corazón latente y latiente. Se subasta al peor postor. ¿Quién quiere pujar por el caballo perdedor? ¿Quién se atreve?

miércoles, 10 de marzo de 2010

Buscando tesoros




“Puede que durante todo este tiempo hayas estado buscando en el lugar equivocado. Hay montones de tierra por todo el parque. Cada vez que creías haber encontrado un tesoro has terminado con otro montón de huesos de muerto entre las manos. Pero no te preocupes. No eres una mala buscadora de tesoros, simplemente estás buscando en el sitio equivocado”.


Ray Loriga (Héroes)